No bien había amanecido cuando mamá con su escolta (Ricardo) vino a regañarme, que por si te solapo tu alcoholismo y todavía te abrazo... Dios... en la tarde ya fue peor porque mamá volvió a hablar con nosotros de que los problemas del pasado dañan nuestro presente y los líos existenciales, durante todo el tiempo que hablo ella tú solo pudiste quedarte callado como si fueses una roca y después cuando te dió la palabra solo dijiste: "No le voy a prometer nada, con mis acciones usted verá el cambio" Ambas esperamos que así sea.
J.
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